jueves, 18 de marzo de 2010

Música, humo y alcohol

Por mucho tiempo una costumbre entre los jóvenes, el consumo de marihuana, la droga ilícita más popular de Estados Unidos, está creciendo ahora entre los ancianos.

A sus 67 años, Perry Parks, un piloto militar retirado que sufre artritis y una enfermedad degenerativa de la columna ha aprendido a relajarse: Una copa de vino tinto, un ejemplar del New York Times, si puede arrebatárselo a su esposa, y música clásica. A eso agrega, cada noche sin fallar, una pipa con marihuana.

Parks dijo que la marihuana le ha ayudado a dormir mejor que las píldoras que solía tomar. “Me di cuenta de que podía vivir sin narcóticos (legales)”, dijo al refiriéndose a los analgésicos por receta. “Estoy libre de dolor desde hace dos años que decidí probar con la marihuana”.
Defensores del uso de la droga dicen que políticamente el número de consumidores ancianos puede Pacientes en 14 estados del país, están protegidos por las leyes de marihuana medicinal, pero los otros la compran o cultivan ilegalmente para uso medicinal y otros.

Estos son los ‘ingredientes’ de Perry para su rital para calmar dolores. Parks prepara una pipa de marihuana, que le ayuda a combatir los dolores de artritis. representar un cambio importante
en la lucha para cambiar las leyes.

“Durante mucho tiempo, los oponentes políticos eran los estadounidenses más viejos, que la consideraban muy peligrosa”, dijo Keith Stroup, fundador de NORML, un grupo a favor de la droga.

La marihuana, no obstante, puede causar mareos y caídas entre los ancianos, aumenta las posibilidades de problemas cardíacos y puede causar trastornos cognitivos, según William Dale, médico de la Universidad de Chicago.
Imagen tomada de AP

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